
Una alimentación correcta y un estilo de vida adecuado son principios sanos que deben tener en cuenta los adultos pero, especialmente los niños. Estos últimos, de hecho, necesitan ser seguidos y educados para proporcionarles las herramientas adecuadas que llevarán con ellos para el resto de sus vidas.
En la vida de un niño, los padres son los primeros maestros de una alimentación adecuada ... ¡pero por desgracia no es un paseo! Cuántos conflictos en la mesa, cuantos ¡"No, no quiero", "No me gusta"!
Los errores más comunes
Invadidos por la ansiedad de que el niño no come el padre utiliza las estrategias más variadas.
- Las promesas:"Si comes esto jugaremos una hora más en el jardín", o peor aún. "Si hoy terminas todo, mañana comeremos una hamburguesa".
- Los chantajes: "Si no comes no vamos al cine".
La mayoría de las veces se logra el resultado deseado, es decir, que el niño come, pero así desafortunadamente se pierde una cosa muy importante: ¡el mensaje relacionado con la comida se vuelve negativo y la conciencia sobre los alimentos mismos no se aprende ya que come para conseguir otra cosa!.
Coma juntos: ¡un momento mágico!.
¡Sentarse a la mesa para comer tiene que ser un momento de convivencia y serenidad, no un momento lleno de angustia!.
Cuando la comida no resulta muy atractiva para el pequeño, especialmente en lo que respecta a la fruta y la verdura, se pueden aplicar métodos alternativos que tienen, además del propósito de hacer comer adecuadamente al niño, también el objetivo de sensibilizarlo en la comida, en la mesa y en su mensaje .
10 consejos útiles.
- ¡Padres, den un buen ejemplo! ¡Si vosotros primero evitáis algún tipo de comida, también los niños estarán alentados a hacerlo!
- Preparad la comida en pequeñas porciones, creando caritas en el plato o animalitos: será todo más divertido.
- No deis a vuestros hijos demasiadas alternativas, esto podría confundirlos y hacerlo todo aún más difícil. Proponed sólo una opción sin preparar platos a medida.
- No insistir si se sienten saciados. Su sentido de saciedad a menudo no coincide con nuestra supuesta cantidad ideal. Veréis que comerán más en la próxima ocasión.
- La participación de los niños es siempre importante: en el caso de la alimentación, podéis experimentar muchas cosas juntos. Podéis comenzar con la compra, llevándolos delante de los negocios coloridos de frutas y verduras o del pescado.
- Delante de los negocios de frutas y verduras, o mientras cocinais, hablen con ellos sobre sus curiosidades:¡hablar de comida hará que se vuelvan más amigos!.
- Háganlos cómplices y participantes durante la preparación de los platos, explicándoles, quizás con un poco de fantasía, lo que se está haciendo. Manipular los alimentos, olfatear el olor que cambia durante la cocción, ver los colores que se transforman, ayuda a los niños a tomar conciencia de lo que están haciendo y ¡que después ellos mismos se comerán!.
- Si son ellos los creadores de lo que tienen en el plato tendrán un recuerdo positivo de esa experiencia y no se sentirán excluidos de las opciones hechas por ellos y querrán repetirla.
- Envolved cada comida de encanto y magia asociándola con una historia, un personaje de cuentos, un superhéroe....
- Si tenéis un poco de espacio disponible, cultivar un pequeño huerto en el balcón. Haced que el niño cuide las plantas y, hacedles probar los frutos de su trabajo.
Los niños estarán más involucrados y serán menos entusiastas a decir que lo que hay en el plato no es bueno ... ¡por qué lo habrán hecho ellos mismos!.